sábado, 24 de agosto de 2019

Mis pequeños tesoros (I)

¡Hola a todos! ¿Qué tal el finde? ¿Cansados de la semana? Venga, que mañana es domingo y toca vaguear al máximo. ¿O quizás toque hacer limpieza? ¿Ordenar? Esto ya no suena tan bien, lo sé, pero hay que hacerlo de vez en cuando y más si trabajas con muchísimos materiales y no quieres que tu espacio se llene de basura. Hoy, os traigo un post relacionado con el orden y la organización, pero también con el scrapbooking y los cuadernos: os voy a enseñar mi archivador de sellos. 

Una parte de mi trabajo consiste en decorar los proyectos y para ello puedo usar desde charms hasta lazos, papeles o por supuesto sellos. Los hay de varias clases, transparentes de silicona, de madera, de caucho... Estos últimos son más caros que los de silicona y por ello tengo muy poquitos, pero poco a poco estoy aumentando mi colección e, igual que con los otros, necesito espacio para guardarlos. Primero los tenía en una caja, luego los guardé en una maleta de cartón y al final, tras darle muchas vueltas decidí hacer como con los troqueles de la Big shot, meterlos bien organizados en un archivador de anillas. Y claro, ¿qué mejor que hacerlo yo misma?

En este post os enseñaré el archivador para mis sellos de caucho pero pronto quiero hacer el de los sellos de silicona, que también tengo muchísimos y quiero tenerlos bien organizados -no tanto como los de caucho pero también son muy valiosos y no quiero que se estropeen, así que en cuanto pueda los almacenaré como se merecen-. 


En un principio quería hacerlo desde 0, cortando yo misma los cartones y haciendo las tapas para pegarles las anillas pero eso elevaría el coste y no quería gastar dinero así que opté por una opción mucho más práctica: reciclar. ¿Qué reciclé? Pues un bloc de anillas en tamaño A5 que tengo ahí guardado desde que estaba en la ESO. Imaginad como estaría: viejo, con dobleces, roto, con arrugas... En su momento era un bloc bastante bonito pero no podía quedarse así, necesitaba un lavado de cara completo, así que me puse manos a la obra: 




Primero tapé con washi tape -cinta decorativa fácil de quitar- las anillas y pinté con pintura en color coral toda la cara interior. Hice esto porque así se disimulan mejor las arrugas que luego con el papel se pueden notar. Además, en la zona donde están las anillas del archivador no se podía pegar papel alguno así que la pintura era mi mejor opción y prefería que quedara uniforme, por lo que pinté toda la superficie, es un gasto mayor de pintura pero, para eso está -ni siquiera la había estrenado-. 


El segundo paso fue forrar las tapas por la cara exterior. No es tan fácil como cuando forras los cartones desde cero, ya que hay que tener en cuenta las anillas, así que tuve que ir poco a poco, para que quedara sin una sola arruga. Elegí la tela en verde menta que tanto me gusta. Para darle más chispa, la tapa superior también lleva un alegre papel de scrapbooking, de una colección que compré porque estaba en oferta y que apenas había usado. Quedan genial los tonos del papel con la tela y el coral del interior. 

Ya tenía forrado el bloc por la cara exterior así que tocaba seguir con la cara interior, es decir, cubrir las guardas viejas que aún se notaban a través de la pintura. Elegí dos papeles muy bonitos, con todos neutros pero algunos toques de color que iban perfectos con el resto. 

Para continuar, en el lomo, justo encima del clavo superior hice un agujero con mi crop a dile y lo decoré con un ojal rosa. De aquí quería colgar una etiqueta que hice con mi big shot y un troquel circular que deja una cenefa de cosido por el borde. Hice la etiqueta con dos papeles -una cartulina y un recorte del papel de la tapa delantera- y luego con unos sellitos le añadí la palabra "Caucho". La rematé con un ojal en rosa y la colgué con un trocito de cuerda del mismo color, me encanta como queda. 

Ya tenía el archivador, pero aún faltaban las fundas para guardar los sellos. Se hacen con portafolios de plástico, pero me costó encontrarlos en tamaño A5. Por suerte los vi en la tienda Tedi, en Sevilla. Aun así, los agujeros no coincidían con las anillas así que tuve que usar otra vez la crop a dile. Para hacer los bolsillos y que cupieran dos sellos por fundas usé una herramienta de la que os hablaré más adelante. 

Ya estaba todo terminado pero añadí dos últimos detalles. La colección de papeles que usé incluía uno muy bonito en el que se puede escribir una lista así que lo añadí para tomar nota de todos mis sellos -nombre, marca y tienda donde los compré. Para rematar, usé el adhesivo 3D para pegar una etiqueta en la tapa delantera, "Sweet moments" porque en mi taller siempre paso momentos muy lindos. 

Y listo, ¡ya tengo mi archivador para sellos! El resultado es genial, me encanta como queda en el taller y no ocupa nada de sitio. Estoy deseando hacer el de los sellos de silicona, pero ese tendrá que esperar un poco más. Mientras, os dejo las fotos de este: 







Ha quedado muy alegre, ¿verdad? Y creedme que es un archivador súper práctico. No tiene nada que ver con como era antes, a ver si encuentro otro bloc de anillas viejo pero en tamaño A4 y pronto os puedo enseñar el de los sellos de silicona. Espero que este os haya gustado y si usáis sellos de este tipo pues aquí os dejo el post por si os gusta la idea para guardarlos, no siempre hay que empezar desde cero, reciclar también es importante. Al resto, si tenéis alguna carpeta vieja y queréis darle una nueva vida, pues ya sabéis donde estoy ^^. ¡Un beso!

jueves, 22 de agosto de 2019

Sigo aprendiendo

¡Hola a todos! Este post es un poco diferente a los anteriores, vosotros lo veréis cuando se publique pero yo lo estoy escribiendo tras haber pasado la mañana haciendo un tipo de encuadernación que hasta ahora no me había animado a hacer: la encuadernación copta. ¿Y por qué es diferente? Además del cuaderno, digo. Pues porque he cometido bastantes errores -aunque el resultado final no me desagrada para ser el primero- y por eso pregunté en mi cuenta de Instagram si estaría bien que hablara sobre esos errores para ayudar a otras principiantes. Ganó el sí así que, además de hablaros del cuaderno, voy a hablaros también de los problemas que tuve y mis fallitos. Pero empecemos por la parte buena, primero el cuaderno: 

La encuadernación copta es una maravilla pues, si se hace bien, deja unos resultados espectaculares, con un lomo muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Por supuesto, no es tan fácil como las demás, no es que sea dificil en sí, pero tiene muchísimo más trabajo, sobre todo si eres novata. No voy a explicaros como se hace, para eso recomiendo algún tutorial de YouTube, que ayudan muchísimo. Yo usé el de Elena de Pega, papel o tijeras, aunque sólo para saber como había que coser. La decoración y los agujeros los hice a mi aire, uno de mis errores, ya que elegí algo bastante más laborioso de lo que debía para empezar. 

Para hacer este cuaderno primero hay que doblar los folios. Como la gracia de la copta es la decoración del lomo y el contraste con el color del hilo elegí folios en crema. Una vez doblados y dispuestos en cuadernillos -diez de cuatro folios en este caso-, se hacen las tapas. Las forré con papeles de scrapbooking de la firma Stamperia, concretamente el set Garden. ¡Son preciosos! Los tenía reservado para un álbum pero como no me ponía con él pues al final los he cogido para esto. En la tapa delantera además usé un poco de tela que cogí de una bolsa que venden en Lidl. Me gustan mucho como ha quedado y el cuaderno en sí me encanta, a pesar de los problemas.

Para el cosido elegí el hilo azul grisáceo, ya que no tengo otro hilo de un grosor que vaya a destacar en el lomo y que combine con las tapas. Tengo que hacerme con más hilos de este tipo. 

Una vez tienes listas las tapas y los cuadernillos de folios, haces los agujeros y toca coser. No es difícil pero hay que tener mucha paciencia, tirar muchísimo del hilo y tensarlo bien, tener cuidado con las cadenetas, no tirar demasiado fuerte para no rasgar el papel... Necesita mucha práctica, en definitiva y por supuesto voy a seguir practicando porque merece la pena. Os enseño las fotos del resultado final:










No está mal, ¿verdad? Sin fallos quedaría precioso -bueno, para mí ya lo es, será amor de madre- pero sea como sea es una encuadernación llamativa y elegante que ha venido para quedarse en mi pequeña familia de cuadernos. Espero poder enseñaros más dentro de poco, lo próximo que quiero hacer es un álbum con este cosido ^^. Y ahora, vayamos a la otra parte del post, los errores: 

No quiero enrollarme mucho así que simplemente haré una lista rápida para que os hagáis una idea: 

-La elección de los papeles. He dicho que son unos papeles preciosos que me encantan y habéis podido ver lo bonito que queda el cuaderno así pero... sin duda hubiera sido mejor idea dejarlos para más adelante, cuando domine mejor la técnica. Por ello, consejo número uno: para los primeros intentos, usar papeles que no os gusten mucho, restos de colecciones a los que no deis uso o similar. Así si no os sale un buen trabajo no lo lamentaréis. 

-El hilo y la aguja. Ya dije que no tenía otro; el hilo es bonito y tiene un buen grosor pero para usarlo necesito de una aguja grande y bueno... la he liado. Hice unos agujeros demasiado pequeños así que al pasar la aguja a veces rasgaba un poco el papel y quedaba feo. Se trata de una encuadernación decorativa así que no tiene sentido destrozar el papel aunque al final se note poco. Consejo número dos: usar una aguja más pequeña con un hilo más fino o hacer unos agujeros un pelín más grandes para no forzar tanto los folios. También recomiendo que el color sea más llamativo, fuerte para que contraste con las hojas y las tapas. 

-El tipo de cosido. Elegí hacer un cosido de diez agujeros, lo que para una principiante es una burrada, cuesta muchísimo, te desesperas, te duele el hombro de tanto tirar -no exagero- y se te hace interminable. Sí, queda muy bonito pero no merece la pena tanto trabajo para iniciarse. Consejo número tres: un cosido sencillo, de unos cuatro agujeros, separados, a lo largo de todo el lomo, es suficiente para empezar. 

-Los agujeros en las tapas. Aquí no he tenido problemas en sí, usé la crop a dile con el tamaño más pequeño como decía en el tutorial, pero se movía bastante y un par de agujeros no salieron al mismo nivel. Consejo número cuatro: pues no seáis unos desastres como yo y aseguraos de que todo quede en su sitio. 

-Al coser. Un par de veces he tirado tanto de la aguja que el hilo ha rasgado el papel y se nota muchísimo. Queda horrible. Consejo número cinco: hay que tensar el hilo sí, pero no a lo bestia, con un término medio. Además, recomiendo tener dos o tres cuadernillos de más y si es necesario cambiar el rasgado por uno nuevo. Sólo hay que deshacer lo cosido del cuaderno roto y poner uno nuevo. No pasa nada con las hojas desechadas, se pueden usar para otra cosa.

Empezando a coser. Demasiado agujeros.

Con el cuaderno más avanzado se adivina lo bien que puede quedar el resultado... si se hace bien.

Parte sin errores

Parte donde rasgué el papel.

Y creo que eso es todo. Espero que este post os sirva si queréis iniciaros en la encuadernación copta para que os sea más fácil el inicio. Recordad sobre todo: usad un buen tutorial, que explique con claridad -el de Elena es bastante bueno-; cuidado con tirar fuerte del hilo y pocos agujeros para empezar son mejor que muchos, ya tendréis tiempo de complicaros la vida.

Os dejo por hoy, espero que a pesar de tantos fallos os haya gustado el cuaderno... el próximo seguro que queda mejor ^^. ¡Un beso!        

martes, 20 de agosto de 2019

Rosa, rosae...

¡Hola a todos! Ya os dije que dejaría varios post programados y que los anunciaría por mis RRSS mientras esté fuera, así cuando vuelva me habré puesto al día. Pues bien, ya os contaré y os dejaré algunas fotos del viaje ^^ Hoy os enseño una agenda:

Mi tocaya me pidió una agenda para su padre, pero no una agenda cualquiera, tenía que tener unos detalles muy especiales: los días de la semana, los meses en latín, los números en romano, días de nacimientos de insignes romanos... todo pensado para un experto en Roma, vamos. Me costó un poco traducir, pero valió la pena, ha quedado una agenda sencilla, elegante y con muchos detalles originales. 

Dejando a un lado las lenguas muertas, para hacer la agenda hice como con todas las demás: la diseñé yo misma en word, a rayas y semana vista y con días personalizados. Es una agenda que abarca un curso, así que va de septiembre de 2019 a septiembre de 2020. Luego la imprimí en folios blancos A5 en mi papelería de confianza y después empecé a encuadernar. Como siempre que encuaderno algo con mucha impresión usé el cosido americano, sin hilos pero sobre cinco cuerdas, para reforzar. Después preparé el lomo, con cabezadas prefabricadas y cinta de registro en dorado y pegué las guardas, simples, en crema. 

Las tapas las forré con tela de encuadernación en un marrón chocolate muy elegante, perfecto para el padre de María. Una vez las tenía listas las pegué al cuerpo del cuaderno y añadí bolsillos en dorado, que combinaban muy bien con la cabezada, la cinta de registro y con el último detalle: en vez de poner el 19/20 en números occidentales, usé letras de madera para ponerlo en números romanos, letras que pinté también en dorado -a petición de María-.

En definitiva, una agenda básica, pero muy resultona. Me ha llevado mas trabajo de lo normal, pero estoy muy contenta con el resultado, estas cositas tan sencillas me gustan mucho: 








¿Os gusta? Sencilla y elegante, ¿verdad? Me gusta mucho la combinación del dorado con el marrón chocolate, la verdad y echaba ya de menos hacer agendas artesanales, hacía siglos que no me pedían una. Espero que al padre de María le guste tanto como a mí ^^. ¡Nos vemos pronto, un beso! 

domingo, 18 de agosto de 2019

En la cocina

¡Hola a todos! ¿Qué tal la semana? ¿Mucha calor? Aquí bastante, la verdad, estoy deseando subir ya a Galicia, ¡me voy pasado mañana! y poder dormir, que en casa es imposible y parezco un zombi todo el día. Precisamente quiero aprovechar la tarde de domingo para escribir y programar varios posts y así los vais viendo mientras estoy fuera, a ver si no me olvido de anunciarlos en las RRSS. Hoy, os traigo un trabajo que hice hace tiempo pero hasta ahora no había enseñado: otro cuaderno de recetas. 

Mi madre quería un cuaderno para apuntar las recetas que fuera aprendiendo con su robot de cocina y para ello tenía dos opciones, hacerlo como los otros, con cosido artesanal pero sin separadores o con anillas y separadores y, como teníamos también un poco de prisa y este último se hace antes y queda igual de bonito, pues al final ganó esta opción. Y aunque me gusta el resultado debo decir que la cinch me dio bastante la lata, vamos que casi me cargo el trabajo. 

He elegido un set con unos papeles muy bonitos para este cuaderno, se trata de Soul Kitchen, de la marca Fabrika Decoru. Son unos papeles muy alegres, a doble cara, con un buen gramaje y con motivos de verduras, cuchillos, cuadros vichy, delantales, repostería, etc. También traen recortables muy variados. La verdad es que me gustaron mucho y no me importaría repetir con ellos.

Usé folios en blanco en color crema y tamaño A5. A raíz de eso tomé las medidas para los separadores y primero corté los papeles de scrap con la cizalla y después hice las pestañas con la tab punch board. Cuando ya tenía listo el cuerpo del cuaderno me puse con las tapas. 

En un principio quería hacer la tapa delantera con el papel de cuadros vichy rojos en el margen junto a otro de los papeles y así lo hice. Además le puse una cinta granate como adorno en la unión de ambos papeles y quedó muy lindo. Para la cara interior usé un papel más oscuro y le añadí un bolsillo para notas. La tapa trasera va forrada con el papel de cuadros vichy y por la cara interior un papel más claro. Hasta ahí todo perfecto. 

Una vez tenía las tapas y el cuerpo corté unas anillas en oro rosa y empecé a hacer los agujeros con la cinch. No tuve problema ninguno con los folios, los separadores y la tapa trasera, pero la delantera no sé que pasó con la máquina que cortó el borde y la destrozó. En fin, tuve que coger un sobrante del mismo papel y cubrir la parte rota pero... a la segunda igual, ¡otra vez roto! Y al final me quedé sin cuadros vichy así que tuve que usar un papel de lunares y flores. Ya no me fiaba así que cogí mi herramienta para hacer agujeros y ojales y uno a uno fui haciendo los orificios para poder encuadernar. Luego, por fin encuaderné. 

Por último, le añadí un detalle con un recortable y cinta adhesiva en 3D. 

Aunque no quedara como lo quería, con los cuadros vichy en ambas tapas, debo decir que me encanta el resultado final y el papel de lunares combina mejor con el principal. ¡Pero me sigue dando coraje! Bueno, no me quejo más, de verdad que ha quedado muy, muy bonito. Miradlo vosotros mismos: 












¿Cómo lo veis? A veces de un error puede salir algo mejor de lo que se quería, ¿no creéis? ¿Os gusta este tipo de cuadernos de recetas o preferís los primeros que hice -cosidos a manos-? Para mí son iguales de bonitos, no sé si sabría elegir. Quizás prefiera este pero por los separadores, aunque los papeles de encuadernación de cocina me gustan más. Elegid vosotros ^^. 

Como ya he dicho os dejaré programados varias entradas para que se vayan subiendo mientras esté de viaje, pasadlo bien el resto de agosto y si estáis de vacaciones disfrutad y aprovechad, que se acerca septiembre. ¡Un beso!

lunes, 12 de agosto de 2019

58 años de felicidad

¡Buenas noches! ¿Cómo va ese verano? Mi agosto no va nada mal. Acabaron las Colombinas pero se acercan muchas ferias esta semana, como la de mi pueblo, que empieza en nada. Este finde iré para allá con una amiga y la semana que viene ¡vuelvo a Galicia! Lo estoy deseando. Este año creo que no me haré nada para llevarme, no me da tiempo, pero en cuanto pueda haré un álbum para los recuerdos del viaje ^^. Precisamente hoy os traigo otro álbum de recuerdos, pero muy diferente, algo que hice con mucho cariño para mis abuelos, que por cierto, hoy han cumplido ¡58 años de casados!

Hace tiempo mi abuela me preguntó por mis cuadernos y me di cuenta de que a ella y a mi abuelo todavía no les había hecho nada, y eso no podía ser. Así que compré unos papeles preciosos, el set Wild Flowers de Craft Sensations, a doble cara, con muchas flores para ella y cositas de madera para él y empecé un proyecto muy lindo: un álbum con fotos de todos mis primos -y una mía, claro-, en total, once páginas para once nietos. 

Son papeles muy alegres, en tonos ocres, rojizos, violetas, melocotón, etc. que aunque en un principio parecen complicados de combinar con un poco de maña te acaban formando las páginas de un álbum muy original. Me gusta en especial la hoja de violetas, que elegí para la tapa delantera y también para mi página, el color morado siempre ha sido mi favorito. 

Para hacer el álbum primero corté los papeles a la medida que quería (20x25) y después redondeé las esquinas. Continué con las tapas, combinando los papeles con tela arpillera, me gusta muchísimo como han quedado las violetas con esta tela. Para terminar la estructura usé la cinch, esta vez no quise coser porque la japonesa para abrir del todo el álbum hay que forzar la tapa y las últimas páginas, la encuadernación con anillas es más fácil y también queda preciosa, sobre todo si usas unas bonitas, como las de de bronce envejecido que elegí. 

Ya tenía lista la estructura, pero quedaba lo más importante ¡las fotos! No se me da bien hacer composiciones, lo admito, pero al final poco a poco fui adornando las páginas con tiras de papel sobrantes y las fotografías y el resultado me ha gustado muchísimo, ahora lo veréis. 

Terminé con un último trozo de papel en la tapa delantera y la palabra "familia" troquelada sobre él. ¿Queréis ver el resultado? 



















¿Qué os parece? ¿Os gusta? Es un detalle precioso para los abuelos ¿verdad? Se lo di hace unos días y les encantó, mi abuela dice que se lo quiere enseñar a todo el mundo para presumir de nietos XD. Espero que os haya gustado y si queréis algo parecido para vuestros viejitos sólo tenéis que decirlo. Nos vemos pronto, ¡un besito!