sábado, 21 de abril de 2018

Papers, please!

¡Hola! Hoy os traigo un post muy cortito pero muy curioso. Se trata de un cuaderno básico que me encargó un amigo pero con una encuadernación especial: basada en un videojuego que le gusta mucho. No había hecho hasta ahora nada parecido, ya sabéis que suelo hacer mis cuadernos con papeles de encuadernación ya preparados, pero a veces me encargan algo que no tiene nada que ver con estos y, siempre que esté en mi mano, intento hacer lo que me piden. En principio no parecía complicado, pero a medida que iba haciéndolo se presentaron las dificultades. 

El cuaderno que debía hacer tenía que estar inspirado en este otro que representa un pasaporte ficticio -el verde-: 

Imagen extraída de la web Fangamer. Pinchar en la foto para ir al sitio. 

La realización del cuerpo fue sencilla, pues era un cuaderno básico. Usé folios beige, los cosí sobre cuerdas en el telar y como hojas de guarda escogí un papel negro muy elegante, añadiendo un bolsillo trasero en dorado. El problema vino con la encuadernación.

Para hacerla elegí, tras consultar con el futuro dueño, una tela de un verde muy parecido al de la foto y forré las tapas como siempre hago; hasta ahí bien pero luego vinieron las letras y el pájaro. La primera parte fue la más rápida, sólo tuve que coger una cartulina beige, pintarla con pintura dorada y dejarla secar (tal como he hecho en otras ocasiones aunque en esos casos era sobre fondo oscuro). Pero luego tuve que recortar. No tengo un troquel de alfabeto con esa fuente o alguna parecida y ni mucho menos alguno con un pájaro similar así que tuve que hacerlo totalmente a mano. Llegué a pensar que no iba a ser capaz -las letras y las piezas del pájaro eran muy pequeñas- pero con mucha paciencia y una a una fueron saliendo hasta que las tuve todas. Por último, tenía que pegarlas al cuaderno con cola y sin manchar la tela, que creo era lo más complicado, así que fui previsora y poco antes compré unos bolígrafos de cola blanca con un aplicador lo suficientemente pequeño para evitar problemas. Me costó lo mío pero al final el trabajo salió adelante. Y debo decir que estoy muy orgullosa del resultado. 

Así que aquí tenéis un cuaderno original, muy elegante y hecho con mis propias manitas -sí, me gusta presumir de ello pero en cuanto pueda me compro un troquel de alfabeto XD-. Estoy impaciente porque llegue a su destino y su dueño me confirme que en persona le gusta tanto como en las fotos. Os dejo con ellas y espero vuestra opinión. 










¿Cómo lo veis? La verdad es que me encanta el efecto que crea la pintura dorada sobre la cartulina beige; y esta a su vez sobre el verde de la tela queda muy elegante ¿no? En cuanto al original, sé que las comparaciones son odiosas pero he intentando que fuera lo más parecido posible pero sin llegar a copiar. Ya me diréis si os gusta o no. =)

Nos vemos el Día del Libro con ese encargo tan especial que os comenté. ¡Besos! 

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