martes, 20 de agosto de 2019

Rosa, rosae...

¡Hola a todos! Ya os dije que dejaría varios post programados y que los anunciaría por mis RRSS mientras esté fuera, así cuando vuelva me habré puesto al día. Pues bien, ya os contaré y os dejaré algunas fotos del viaje ^^ Hoy os enseño una agenda:

Mi tocaya me pidió una agenda para su padre, pero no una agenda cualquiera, tenía que tener unos detalles muy especiales: los días de la semana, los meses en latín, los números en romano, días de nacimientos de insignes romanos... todo pensado para un experto en Roma, vamos. Me costó un poco traducir, pero valió la pena, ha quedado una agenda sencilla, elegante y con muchos detalles originales. 

Dejando a un lado las lenguas muertas, para hacer la agenda hice como con todas las demás: la diseñé yo misma en word, a rayas y semana vista y con días personalizados. Es una agenda que abarca un curso, así que va de septiembre de 2019 a septiembre de 2020. Luego la imprimí en folios blancos A5 en mi papelería de confianza y después empecé a encuadernar. Como siempre que encuaderno algo con mucha impresión usé el cosido americano, sin hilos pero sobre cinco cuerdas, para reforzar. Después preparé el lomo, con cabezadas prefabricadas y cinta de registro en dorado y pegué las guardas, simples, en crema. 

Las tapas las forré con tela de encuadernación en un marrón chocolate muy elegante, perfecto para el padre de María. Una vez las tenía listas las pegué al cuerpo del cuaderno y añadí bolsillos en dorado, que combinaban muy bien con la cabezada, la cinta de registro y con el último detalle: en vez de poner el 19/20 en números occidentales, usé letras de madera para ponerlo en números romanos, letras que pinté también en dorado -a petición de María-.

En definitiva, una agenda básica, pero muy resultona. Me ha llevado mas trabajo de lo normal, pero estoy muy contenta con el resultado, estas cositas tan sencillas me gustan mucho: 








¿Os gusta? Sencilla y elegante, ¿verdad? Me gusta mucho la combinación del dorado con el marrón chocolate, la verdad y echaba ya de menos hacer agendas artesanales, hacía siglos que no me pedían una. Espero que al padre de María le guste tanto como a mí ^^. ¡Nos vemos pronto, un beso! 

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