lunes, 14 de octubre de 2019

Una agenda steampunk

¡Hola a todos! ¿Qué tal el comienzo de la semana? Yo estoy deseando que llegue el finde para ir al salón del manga de Moguer; no es que sea súper fan de la cultura japonesa pero sí que me gustan algunos animes y mangas y sobre todo me encanta ir a estos eventos para ver los puestos de artesanía y comprar alguna cosita. Mientras nada, a pasar la semana encuadernando, dando clases y yendo a la autoescuela. Y hoy aprovecho que tengo material y os traigo otro post: una agenda. 

Esta agenda me la pidió Ángeles, una chica que conocí en Twitter, para su novio. Iba a ser una sorpresa pero todavía no la había terminado y ella ya le estaba enseñando las fotos a su chico así que os la puedo mostrar con total tranquilidad XD. En mi opinión es la agenda más bonita que he hecho hasta ahora y eso que la decoré a ciegas.

Ángeles no me puso muchos requisitos, sólo que fuera de estilo steampunk, con engranajes y las tapas desgastadas. No tenía idea de que me estaba hablando así que hice una rápida búsqueda en google y enseguida relacioné este estilo con los papeles de la colección Voyages fantastiques de Stamperia. Se los enseñé y di en el clavo, ¡eran perfectos! 

Como siempre, el cuerpo de la agenda lo diseñé yo misma en word, a rayas y semana vista y con días personalizados. Es una agenda para el 2020, así que abarca un año completo, de enero a diciembre. Luego la imprimí en folios blancos A5 en mi papelería de confianza y después empecé a encuadernar. Como siempre que encuaderno algo con mucha impresión usé el cosido americano, sin hilos pero sobre cinco cuerdas, para reforzar. Después preparé el lomo, con cabezadas prefabricadas y cinta de registro en marrón chocolate. Las guardas las dejé para el final, porque tenía que hacer algo con ellas antes de pegarlas. 

Una vez estaba listo el cuerpo, empecé a "jugar" con las tapas. Las creé con cartón, las forré con tela de encuadernación marrón chocolate y me puse con la decoración. Para darle ese aire desgastado rasgué los papeles y envejecí los bordes con una tinta diseñada para dar ese efecto, entre otros usos. Es un tampón de tinta un poco caro, pero merece muchísimo la pena porque da mucho juego y estaba deseando darle un toque envejecido a algunos de mis proyectos. Ya tenía la decoración lista, salvo los números, que había que ponerlos al final. 

Tenía ya el cuerpo y las tapas, me faltaban las guardas. Esta vez elegí unas en tono azul pero, para cambiarlas un poco y adaptarlas más al diseño de la agenda, las envejecí con la misma tinta que usé para los papeles del exterior. Me encanta el acabado y eso que es la primera vez que hago algo así. 

Ya estaba todo listo, faltaba pegar y dejar en la prensa. Cuando ya tuve la encuadernación terminada, decoré los números de madera del 2020 con más papeles y le añadí a la guarda delantera un bolsillo. 

Y ya está, aquí tenéis el resultado: 












¿Cómo la veis? ¿Os gusta tanto como a mí o soy poco objetiva? De verdad que me encanta, sobre todo ese efecto envejecido que le he dado a las guardas. Sé que Ángeles está muy contenta con el resultado -y yo no quería mandarla, era demasiado bonita para deshacerme de ella- y estoy deseando que su novio la vea en persona y me diga que le ha parecido.

Si queréis algo de este estilo ya sabéis, estos meses son los mejores para ir pidiendo vuestras agendas, así las puedo hacer con calma y cariño. Nos vemos pronto con otro tipo de cuaderno que no había hecho hasta la fecha, mi primer midori. Un beso a todos y a ti Ángeles muchísimas gracias por confiar en mí para tener un detalle con alguien tan especial. ¡Nos vemos!

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